Los castaños ibéricos, que dan nombre a nuestra villa de Miranda del Castañar, fueron traídos por los romanos y, más tarde protegidos por los Condes de Miranda contra quienes osaran talarlos.
A partir de sus frutos, la apis mellifera elabora una miel de excepcional calidad, con un ligero retrogusto amargo muy apreciado por quienes prefieren las mieles más fuertes y menos dulces.
Se mantiene líquida durante largo tiempo. Una delicia para paladares exigentes
La miel de castaño —junto con la miel de bosque— son las variedades más potentes, en cuanto a propiedades medicinales para la garganta y las infecciones de las vías respiratorias. La investigación revela que ayuda a eliminar toxinas, gracias a su alto contenido en antioxidantes, contribuyendo así a frenar el proceso de envejecimiento. Contiene una alta cantidad de taninos. Se ha demostrado que la miel, mejora los niveles séricos de testosterona y mejora la fertilidad.
