La Reina Mora

En estos tiempos de siropes y mezclas extrañas, consume una de las mejores mieles del mundo. Reina Mora es  una miel pura y natural libada por la apis mellifera iberiensis, la reina de las abejas autóctonas, en los bosques y praderas situados en el entorno y cercanías del Condado de Miranda del Castañar. Se envasa en crudo y frascos de cristal únicos, capaces de conservar intacto su inimitable sabor y sus prodigiosas propiedades saludables. Una verdadera panacea cien por cien natural. Como todas las mieles de verdad, nuestra miel se vuelve crema si se expone a bajas temperaturas. Si la quieres líquida de nuevo, basta con calentarla al baño María. Evita que te engañen con siropes y mieles adulteradas. La miel artesana tiene su valor.

La apicultura, una técnica introducida por los árabes en la península ibérica, ha sido parte integral de la cultura y la tradición del territorio durante centurias. Al mismo tiempo que nos enseñaron a recolectar la miel, también nos transmitieron un profundo aprecio por este exquisito recurso natural.

La miel Reina Mora no sólo tiene profundas raíces en la península ibérica, sino que también representa un legado auténtico y valioso para los amantes de la naturaleza. Para comprender su autenticidad, es fundamental remontarnos a sus orígenes y entender cómo ha evolucionado a lo largo de los siglos en esta región. 

La denominación ibérica de la miel Reina Mora es el reflejo de la rica fusión cultural que se gestó tras los 800 años de convivencia mudéjar en el territorio. Esta relación no sólo dejó una huella en la arquitectura y el arte, sino también en la práctica de la apicultura que se remonta a la usanza egipcia de esta preciada delicatessen y panacea de faraones. La tradición apícola, arraigada en la región desde tiempos remotos, así como la apreciación por la miel como alimento y medicina, se ha transmitido de generación en generación, creando una relación indisoluble entre la tierra y sus habitantes. Actualmente los mayores consumidores del auténtico néctar natural siguen siendo los árabes, con un consumo de hasta 5 veces mayor que el nuestro. 

Nuestra principal cosecha de miel Reina Mora tiene lugar en el histórico Camino de la Plata, una ruta que atraviesa la península ibérica de sur a norte y que nos conecta tanto geográfica como culturalmente con África. A lo largo de los seis parajes naturales que conforman el espinazo divisorio entre las extensas dehesas extremeñas y los frondosos bosques castellanos y donde los apicultores realizan sus trashumancias, se despliega el territorio de la miel Reina Mora. Este recorrido comienza en la reserva natural de Gredos, donde se alza imponente el pico del Moro Almanzor, y continúa por la sierra de Béjar, cuyas abejas autóctonas, conocidas como la “pata negra” de las abejas ibéricas –“Apis mellifera iberiensis”- son un símbolo de su riqueza apícola.

La fauna y flora ibéricas se hacen presentes en cada recodo, desde Valero con su cueva de las Kilamas o Reina Mora, hasta Miranda del Castañar, cuyo castillo alberga la sede y la principal fábrica de colmenas de Europa. El trayecto culmina en las Hurdes y la reserva natural portuguesa de Serra Malcata, ubicadas en el corazón remoto y central de la península ibérica. Aquí, en el enclave único y enigmático, se encuentra la heredera de la tradición apícola ancestral: la amada, grácil y majestuosa miel Reina Mora.

Sin duda alguna, la miel Reina Mora es mucho más que un producto alimenticio: es un tesoro ibérico que encarna la rica historia y la profunda conexión entre el hombre y la naturaleza en la península ibérica. Su autenticidad y su valor cultural la convierten en un símbolo de orgullo para todos aquellos que valoran y aprecian la belleza y la diversidad de nuestro patrimonio natural.